There's always someone watching…
Robert es el típico estudiante de una escuela de élite de la costa este de EEUU hasta que accidentalmente graba con su cámara la trágica muerte de dos de sus compañeros. Devastados por la noticia, los miembros del claustro proponen que las víctimas sean los protagonistas de un proyecto audiovisual que, a la larga, consiga curar el impacto provocado por el suceso. Pero la singular iniciativa, en lugar de ayudar, favorecerá la creación de una atmósfera de paranoia y desasosiego entre los habitantes de la escuela.