Una montaña en el fin del mundo es el escenario de un pueblo cuyos habitantes siguen adorando los dioses de siglos atrás y viven de la cosecha. Durante la boda de Verona, una manada de lobos se introduce al pueblo y convierten la ceremonia en un baño de sangre. Verona es rescatada por Goran, un niño de diez años quien debe desposar a la hija de Verona cuando esta haya nacido, según los patrones de sus costumbres. Diez años más tarde, un circo ambulante llega al pueblo y con éste una renovación a la vida del lugar por parte de las mujeres circenses; no obstante, con este cambio también arriba la civilización y todos sus males.