Crecieron fuera de la sociedad. No buscaban pelea. Estaban buscando pertenecer.
Dos bandas de adolescentes rivales. Algunos todavía van al colegio asidos a un futuro con esperanza. Otros son jóvenes marginados (o desplazados: "outsiders") acicalados de gomina. Casi todos a la búsqueda de un sitio en una sociedad en la que no se ven reflejados, y en la que el camino más recto conlleva una fácil tentación por la violencia... Apenas unos meses antes, el propio Coppola había estrenado otra historia de pandillas juveniles con "La ley de la calle" (Rumble Fish, 1983), un hipnótico relato poco convencional en su formato que incluía incluso toques oníricos.