Every breath you take could be your last.
Durante la visita a una pequeña población el presidente Howard recibe un disparo de un francotirador. Para sorpresa de todos, se trata de un dardo que parece estar envenenado y el presidente es conducido inmediatamente al hospital más cercano. La doctora Diane Landis le somete a una serie de pruebas que demuestran que ha sido contagiado por el virus del ébola, por lo que debe ser puesto en cuarentena junto al resto del hospital. El pánico cunde entre la población al conocerse la noticia y todos temen estar expuestos al virus. (FILMAFFINITY)