Inicialmente, Fata Morgana iba a ser una película africana de ciencia ficción rodada en el Sahara argelino. Al final todavía quedan África y Argelia, pero ya no es ficción ni documental. Fata Morgana es una especie de poema épico experimental en tres partes: Creación, Paraíso y La Edad de Oro. Una película cuasi animista que busca el trance y el éxtasis a través de un collage chamánico de imágenes, textos y música. Werner Herzog lo definió como el primer despertar y el primer asombro. Una experiencia extraordinaria, poética y poderosa pero también profundamente personal.