Durante unas cortas y solitarias vacaciones, Haley (Shannon Sturges) conoce a Jack (Dylan Neal), un apuesto y atento joven con el que rápidamente inicia una relación. El flechazo es instantáneo, y su inesperado príncipe azul le pide matrimonio. Pero tan pronto como se casan, Haley advierte que hay algo en su matrimonio que no funciona. La poco disimulada obsesión de su marido por tener un hijo varón le hace sospechar que Jack esconde oscuras intenciones.