No hay un gen para el espíritu humano.
En un futuro cercano, en La Tierra la perfección genética impera. Los seres inferiores, como Vincent Freeman, cuyo ADN es fruto de una relación natural y no de laboratorio, están condenados al fracaso. Pero Vincent quiere triunfar, y conseguirá esconder su verdadera condición para conseguir su objetivo más ansiado: ser piloto espacial.