La caza ha comenzado.
Ambrose es obligado por su hijo a ingresar en Crescent Bay, un lugar aparentemente idílico donde vivir la tercera edad. La promesa de tranquilidad desaparece cuando unas criaturas atacan el lugar. Veterano de guerra, Ambrose les plantará cara a pesar de su ceguera, y de la suspicacia de los lugareños.