Ella sacrificó todo por amor y a otros por la belleza
Reino de Hungría, siglo XVII. A medida que envejece, la poderosa condesa Erzsébet Báthory (1560-1614), cegada por la pasión que siente por un hombre más joven, sucumbe a la loca ilusión de que la sangre la mantendrá joven y hermosa para siempre.