¡Un puñado de hombres y mujeres resistieron contra las frenéticas hordas de fanáticos sedientos de sangre!
China, año 1900. Las embajadas extranjeras en Pekín deben hacer frente a la sangrienta revuelta nacionalista desencadenada por los boxers, que asesinan cristianos. Dentro del recinto asediado, el embajador inglés se une a los miembros de otras delegaciones en un desesperado intento por resistir el asedio.