Sid, hijo de un importante jefe mafioso de Hong Kong, se ve obligado a huir a las montañas de Taiwán. Allí entra en contacto con los miembros de una pequeña comunidad que vive entregada a perfeccionar la mente y el cuerpo mientras se entrenan con dureza y disciplina. Son además, consumados músicos de los tambores zen, un arte milenario que procede de China. Sid llega a ser uno más de esta comunidad hasta que un día llegan noticias de Hong Kong: su familia está inmersa en una lucha entre bandas y lo necesita. Sid tendrá que elegir entre la lealtad a los suyos y el sistema de valores recién aprendido.