Conoce al único chico que cambia su identidad con más frecuencia que su ropa interior.
Hasta la semana pasada, Fletch era tan sólo uno de esos reporteros amables que luchaba por la verdad, la justicia y un despacho con ventana. Pero las cosas cambian cuando se hace pasar por drogadicto para seguir la pista a unos traficantes. Es entonces cuando conoce a Stanwyk, que tiene cáncer de huesos y le pide que le mate para que su esposa pueda cobrar el seguro. Stanwyk ha organizado el crimen perfecto: un robo fingido, un Jaguar para escapar y un billete de primera a Río... Pero hay algo que le huele a chamusquina. Mientras intenta descubrir la verdad disfrazado de mil maneras, Fletch se ve víctimas de amenazas, disparos, acusaciones y un arresto. ¡Y eso que sólo quería ayudar!