Some girls would kill to be Cheerleaders.
Un grupo de porristas se reúnen en el campamento Hurrah con la intención de entrenarse para las próximas competencias. Alison (Betsy Russell), una de las porristas comienza a sufrir pesadillas relacionados con asesinatos; además su novio Brent Hoover (Leif Garrett), que la acompañó al campamento, parece más interesado en las demás jóvenes que en su propia novia, lo que le produce celos a Alison. Cuando las jóvenes porristas comienzan a ser asesinadas una a una, Alison teme que, sin saberlo, sea ella la responsable.