She went looking for help... and found a miracle
La felicidad de la familia Reimuller se ve truncada cuando su hijo Robin empieza a sufrir ataques de epilepsia. Para combatirlos, el niño empieza a recibir un tratamiento de quimioterapia, pero los ataques son cada vez más frecuentes e intensos, por lo que, finalmente, tiene que ser ingresado en un hospital.