She has a killer appetite.
Un chef obsesivo se hace amigo de una anoréxica ex estrella infantil. Inestable Amy (Heather Graham) ejerce una espátula como un samurai, y sueña con el día en que va a tener su propio programa de cocina. Cuando era niña, Amy estaba enamorada de un programa de televisión protagonizado Azafrán (Carrie-Anne Moss), que posteriormente desapareció en la oscuridad. Al principio Amy no puede creer su suerte al tener a su ídolo de la infancia que viven justo al lado.