Una princesa y su banda de ocho samuráis, luchan contra una poderosa bruja y su ejército de fantasmas guerreros.
La familia de Shizu-hime (Hiroko Yakushimaru) es asesinada, pero ella escapa y es encontrada por el vagabundo Shinbei (Hiroyuki Sanada), antes de ser rescatada de sus perseguidores por Dosetsu (Sonny Chiba). Este le cuenta la historia sobre la maldición que acarrea su familia y la manera para vencerla: encontrar a los ocho guerreros-perro para poder destruir a la malvada reina Tamazusa (Mari Natsuki), responsable de la muerte de su familia. Sin embargo, al conocer la identidad de Shizu-hime, Shinbei intentará cobrar la recompensa por su captura.