A veces, en el metro, entra alguien con pinta de loco, y a su alrededor se empieza a crear un vacío. Pero ¿qué pasaría si en vez de apartarte, eligieras tratarlo con normalidad? Quizá descubrirías que en su interior habita alguien que algún día estuvo cuerdo. O quizá descubrirías, que en el fondo, todos estamos locos.