Es primavera para todos. Sin embargo, el príncipe Ahmed, un excelente joven que vive en el palacio más maravilloso que existe, no se alegra por ello. Al contrario, avanza lánguidamente de una lección de Eben Bonabben, su sabio tutor, a otra. Hoy en día, no se puede negar que Ahmed es muy erudito: lo sabe todo, incluso hablar con los pájaros. No, no todo te importa. Hay UN reino que no es suyo: el reino del corazón. El motivo es obvio, aunque desconocido para el propio príncipe. El día de su nacimiento, los astrólogos de la corte predijeron que se producirían terribles desastres si Ahmed alguna vez encontraba el amor.