Si bien no fue extraditado a Estados Unidos, la lucha de Julian Assange continúa. El precio que paga el denunciante por ella es alto. Un equipo de periodistas de investigación lleva más de 10 años acompañando a Assange y a su equipo de WikiLeaks.
En 2011, en su primer reportaje, los reporteros retrataron a Assange y a su equipo como activistas políticos que luchan por una mayor transparencia, como pioneros en la promoción de un acceso más abierto a la información.
En 2013, volvieron a encontrarse con Julian Assange, entrevistándolo en la embajada de Ecuador en Londres.
En 2016, las revelaciones de WikiLeaks en las elecciones estadounidenses desempeñaron un papel crucial en la elección de Donald Trump. En 2017, la Red intentó influir de forma similar en las elecciones francesas.
Actualmente, Julian Assange y WikiLeaks están un punto crucial de su historia: para sus críticos, Assange es un espía y un traidor que merece su destino.