Cuando la muerte no es un accidente, la venganza no es un delito.
Cuando su mujer es asesinada por un psicópata, su marido (Jim Caviezel) se lanza a la carretera para dar caza al responsable, un asesino en serie que mata a mujeres atropellándolas, y del que se sabe que viaja en un Cadillac Eldorado verde de 1972, un coche que usa como símbolo de expresión de la rabia y el odio que lleva dentro debido, principalmente, a una mujer que le rompió una vez el corazón.