Algunas reglas nunca deben romperse.
En el año 2054 los viajes en el tiempo son una realidad. La patente de la nueva tecnología la tiene una empresa al frente de la cual está Charles Hatton (Ben Kingsley), que ha organizado safaris para cazar dinosaurios prehistóricos. Travis Ryan (Edward Burns), como jefe de la expedición, es el encargado de la seguridad de los viajeros. Sin embargo, jugar con el tiempo es muy peligroso y el más mínimo error puede tener consecuencias devastadoras en el presente. Ryan y la doctora Sonia Rand (Catherine McCormack) tendrán que enfrentarse a toda suerte de peligros para sobrevivir y para evitar alteraciones del presente.