En Croacia, en 2005, una fábrica de máquinas herramienta fue ocupada por sus trabajadores. Desde entonces, han operado colectivamente, convirtiéndose en el único ejemplo exitoso de ocupación obrera en la Europa possocialista. Hoy, en la búsqueda de un nuevo modelo de propiedad colectiva, el mundo microcósmico de la fábrica choca con las fuerzas de la economía de mercado globalizada, teniendo un impacto cada vez más brutal en los salarios y la organización de la fábrica, provocando una creciente desafección entre los trabajadores.