Nemo sufre el acoso del inspector Monterroso, que está decidido a demostrar que es el asesino de Lamas. El Tigre de Madroa sale de la cárcel y obliga a Lara a trabajar para él, con tan mala suerte que es detenida por tráfico de drogas. Mario continúa con su estrategia. El único que le da alguna alegría a Nemo es su hijo Carlos.