Francesco Demir sigue ocupado con la delicada investigación del tráfico de seres humanos y, al mismo tiempo, empieza a salir con Farah. Esta última, que al principio parecía de crucial importancia para resolver el caso, no parece poder ayudar. Uno de los periodistas de Sicilia WebNews parece implicarse activamente en esta espantosa historia. Francesco se da cuenta de que no hay más tiempo que perder. Viola Vitale consigue sacar algo de tiempo de sus compromisos laborales para concentrarse en su relación con Raniero Sammartano, que se consolida, y por primera vez en mucho tiempo puede mirar al futuro con optimismo. El propio Raniero ayuda a Viola en la investigación sobre la desaparición de su padre. Surgen noticias significativas: unos años antes, la madre de Viola había visitado Palermo en gran secreto.