Molly vuelve a Abuddin con una fuerte determinación para perseguir al asesino de su hija. Mahdiya es elegido para realizar un trabajo crítico. Leila y Cogswell disfrutan una breve escapada del mundo, sólo para darse cuenta de que es imposible escapar. Barry es golpeado por la fría determinación de Molly y atormentado por imágenes de la hija a la que falló. Atrapado entre la mujer que ama, la mujer que amaba, y la hija que perdió, Barry gobierna con mano dura el país.