Desenmascarada, la comandante Mélissa Sainte-Rose es sospechosa del asesinato de Alexis Laurent. Aunque mantiene su inocencia, todo en la escena del crimen apunta hacia ella. Pero Mélissa sólo recuerda parcialmente los hechos. Mientras es interrogada por el comandante Eider de la IGPN, la capitana Gaëlle Crivelli y el teniente Aurélien Charlery parten en busca del comandante Cyril Aubrun, en peligro de muerte desde que fue desenmascarado por el narcotraficante Jordan Beaulieu. Para salvarlo, Mélissa se fuga de la comisaría esa misma noche.