Gaëlle regresa después de haber estado ausente durante cinco meses en el mar. Un regreso sonado porque, durante una situación de rehenes, no duda en disparar al chaleco antibalas de Mélissa para desviar la atención del secuestrador y permitir su detención. Su primera investigación las lleva a la muerte de una mujer, cuyo cuerpo aparece flotando en la piscina de un gran hotel. Mientras investigan, nuestras heroínas descubren que esta mujer desapareció repentinamente de su casa hace cuatro años. Ha rehecho su vida en Martinica con una nueva identidad. Más extraño es que su ex marido y su hijo, a los que abandonó, estén precisamente de vacaciones en el hotel donde fue asesinada.