Después de que el mal comportamiento de Zack se salga de control, se le asigna ser vigilante de pasillos. Pero él lleva las cosas un poco demasiado lejos, y las cosas comienzan a irse de las manos. Esto no ayuda a Cody y Bailey, que están tratando de encontrar más tiempo para verse; pero con Zack al acecho y Bailey consiguiendo un trabajo, comienzan a separarse.