Jalal recibe un nuevo encargo del ISIS y es testigo de castigos salvajes y ejecuciones falsas con las que alimentar la maquinaria de propaganda. A pesar de que está con la soga al cuello, decide jugársela para ayudar a escapar a Ibitsam y Narin. El compromiso de Ushna es cada vez más profundo, mientras que a Shakira le preocupa que estén preparando a Isaac para el frente, lo que la lleva a valorar lo que parecía impensable: la posibilidad de dejar el Estado Islámico.