La teniente coronel Jaax es esposa y madre de dos hijos y tiene uno de los trabajos más peligrosos del mundo. Cada día, se pone varias capas de equipo de protección y accede al laboratorio de nivel 4 de bioseguridad en el Instituto de Investigación Médica de Enfermedades Infecciosas del Ejército de los Estados Unidos, donde convive con los virus más letales del mundo. En 1989, llega al trabajo y somete a ensayos a una muestra que teme pueda resultar uno de los virus más letales conocidos hasta entonces.