Con la virilidad lograda (gracias a los pelos de las axilas), Chico Bestia está listo para encontrar su animal espiritual, que le enseñará importantes lecciones de vida sobre el mundo real. Pero Chico Bestia no presta atención a las advertencias de Cyborg sobre la selección de un animal bueno y asequible y elige algunos osos, y pronto cae en deuda.