Con la ayuda de R2-D2 y un escuadrón de droides de batalla capturados, un equipo de élite de Jedis y soldados clon encabezados por Obi-Wan Kenobi y Anakin Skywalker van en una misión para liberar a al maestro Jedi Even Piell de una prisión separatista.
¡Llega a Disney+ Ahsoka, la serie protagonizada por Rosario Dawson que los fans más acérrimos de Star Wars llevan meses esperando con impaciencia! Creada por Dave Filoni, el showrunner de Star Wars Rebels, la animación estrella de la franquicia junto con Star Wars: las guerras clon, la serie se anuncia como un caramelito para los más entendidos de este universo, ya que viene repleta de referencias y guiños a otros títulos de la franquicia, como por ejemplo, The Mandalorian.
La serie empieza con la búsqueda de Thrawn, un almirante exiliado que podría desencadenar la guerra de nuevo. Y, como en cualquier serie de Star Wars (que no sea Andor), no pueden faltar las escenas con espadas láser, batallas y naves durante los dos primeros episodios. Aun así, en Ahsoka, el quid de la cuestión no reside en las escenas de acción, sino en los personajes. Esta serie nos revela el pasado de la Padawan Jedi, incluyendo su relación con Anakin y con su antigua aprendiz Sabine Wren (Natasha Liu Bordizzo).
Dado que la serie está ambientada durante los primeros años de la Nueva República, las consecuencias de la guerra y su derrota actúan como piedra angular de esta historia para explicar la búsqueda. Pero, recordemos que a Ahsoka no la motiva tanto el poder como la obligación. Cuando Thrawn (un excelente Lars Mikkelsen) fue desterrado al hiperespacio, Ezra Bridger, un Jedi en entrenamiento, se sacrificó y fue arrastrado a las profundidades de la galaxia. Y, como Ezra le había salvado la vida a Ahsoka en el pasado, ella se siente en deuda con él. Y así es como se pone manos a la obra para dar con ellos. Pero, como queda bien claro en la serie... "un rebelde siempre es un rebelde".