El Voyager encuentra los restos de una civilización que ha sido aparentemente destruida por armas de destrucción masiva, tras lo cual el planeta se encuentra en un invierno nuclear. Bajo la superficie del planeta hay unos centenares de miembros de esa raza escondidos en cámaras Stasi con armas y naves, pues sabían que los de la otra raza podían destruirles. Las cápsulas tenían que haberse abierto a los cinco años, pero tuvieron una avería, y entretanto han pasado 900 años...