El Voyager capta una llamada de socorro y la sigue. Atraviesan un campo lleno de cápsulas de salvamento, pero sólo detectan dos signos de vida. Transfieren a esos seres a bordo y resultan ser unos Malon. Uno de los dos despierta y cuenta que tuvieron que evacuar la nave por culpa de una serie de averías. Se muestra sorprendido al enterarse de que su carguero no ha estallado todavía. Si eso ocurriera, contaminaría una zona de tres años luz de perímetro. Janeway no ve otra posibilidad, y pone rumbo al carguero para neutralizarlo...