Un día, mamá cabra tenía que ir al mercado y le dijo a sus siete cabritillos que no le abrieran la puerta a nadie, ya que el lobo rondaba por allí. Ellos le prometieron que sólo le abrirían a ella. El lobo, que vió marcharse a mamá cabritilla, intentó de todas las formas engañarles para que le abrieran la puerta, cuando lo consiguió, se comió a todos los cabritillos excepto al más pequeño de ellos.