Es otoño en Chicago. Frank sigue llorando la pérdida de Bianca y sacando de quicio con ello a su familia, mientras Fiona, ahora separada de Gus, intenta poner orden en casa, asegurarse de que Ian toma sus medicinas y convencer a Debbie de que estar embarazada no es una idea tan buena. Lip sigue su tortuoso camino en la universidad y se plantea dedicarse a la enseñanza. Carl sale de prisión y vuelve a casa con nuevos problemas.
¿Qué mejor que celebrar el estreno de A Town Called Malice en SkyShowtime que con otras tres series protagonizadas por familias (no siempre de sangre) de delincuentes?
Empezamos con Trailer Park Boys, una serie canadiense que ha conseguido convertirse en todo un fenómeno de culto gracias a sus excéntricos protagonistas, su humor irreverente (“políticamente incorrecto”, como dirían algunos) y una fauna de personajes secundarios de lo más estrafalaria (y entretenida)
Los protagonistas son tres delincuentes de poca monta que viven en Sunnyvale, un parque de caravanas de Nueva Escocia: Julian (John Paul Tremblay), el líder astuto y tranquilo que nunca suelta la botella de whisky, Ricky (Robb Wells), un tipo agresivo que siempre anda metido en problemas y que acaba de salir de la cárcel, y Bubbles (Mike Smith), el más dulce del grupo, amante de los gatos y con unas características gafas de culo de vaso. Los tres quieren rehacer sus vidas, ¿y qué mejor manera de hacerlo que grabándolo como si fuese un documental?