Shion comienza a llorar frente a la sangre de Atenea derramada en el suelo, y con ella es capaz de despertar a la armadura de Atenea, la cual es la verdadera forma de la gigantesca estatua de la diosa en el Santuario, una pequeña estatuilla de piedra que se transforma en armadura.
Shion les explica a los Santos que Atenea con esta armadura es la única manera de matar a Hades, y que para llegar con él es que ella se suicidó sin antes despertar el Arayashiki, también conocido como el 8º Sentido el cual permite moverse por el mundo de los muertos sin ser controlados por el dios del inframundo, no solo Atenea hizo esto, sino que también Shaka se dejó matar para lograrlo. Shion les sigue relatando que tanto el como los demás Caballeros de Oro y Plata revividos no son traidores. Sino que hicieron todo esto para poder llegar con Atenea y hacer despertar la armadura con su sangre, pero para ello debieron hacerse pasar por traidores frente a Hades para que éste los reviva. Los Santos sienten mucha pena por todos los que revivieron y sufrieron otra vez en por la diosa. Shion les ordena a Seiya, Shiryū, Hyōga y Shun que vayan al Inframundo llevando la armadura de Atenea. Así pueden derrotar a Hades de una vez por todas. Antes de marcharse, Shion repara en un segundo las armaduras de los 4 con la poderosa sangre de Atenea. Mientras en Alemania, Saga y los otros se presentan ante Pandora con el cuerpo de Atenea. En las afueras del castillo, Mū, Milo y Aioria se enfrentan a Radamanthys en un combate final. Aunque los poderes de los tres Caballeros de Oro no logran hacerle nada al Espectro, quien se mofa de ellos y los golpea hasta dejarlos muy heridos. Dentro del castillo, Saga y los otros revelan sus verdaderas intenciones. Camus congela a Zeros mientras que Shura atrapa a Pandora y amenaza con matarla. Saga está dispuesto a ir a matar a Hades el mismo, pero el poder de los tres baja en un instante. Pandora les dice que esto se debe a que su nueva vida, juventud