Una mujer (Issa Rae) desaparece. Literalmente.
La serpiente de Essex, una adaptación de la novela de Sarah Perry, que también ejerce de guionista, es una miniserie que se ambienta en la Inglaterra victoriana. Este nuevo drama histórico cambia la línea que Apple TV+ había seguido hasta ahora, apostando por géneros muy potentes, como demuestran desde el agobiante thriller de Las luminosas hasta la extraña Roar.
La serpiente de Essex tiene una atmósfera particular muy desconcertante, con un tono misterioso que a veces se aproxima al género del terror. Sus seis episodios están dirigidos por Clio Barnard (The Selfish Giant, una película que tuvo cierto éxito en los círculos más independientes).
Una viuda aficionada a la paleontología (Claire Danes) visita una pequeña comunidad rural de Essex para investigar la existencia de una serpiente mitológica que supuestamente vive en el río. Allí, se encuentra con el clérigo del pueblo (Tom Hiddleston), un hombre carismático y muy querido en la comunidad. Sin sorpresa, ambos personajes se enfrentan en una justa verbal, en la que Claire defiende el origen científico de la bestia, mientras que Will está convencido de que es una señal del Señor. Pero no tardará mucho en ceder a la tentación, aunque esté casado. Aquí la metáfora de la serpiente se hace más evidente, simbolizando el pecado original de la mujer. Cora intentará demostrar que se trata de una especie de dinosaurio que ha sobrevivido, mientras que los lugareños están convencidos de que es un castigo divino por sus pecados.