Ray gana dos boletos para un crucero de lujo, pero debido a que no tiene novio decide invitar a Amy y de paso burlarse de Bunny. Mientras ambas se suben al barco la celosa Bunny las sigue disfrazada y se infiltra en el crucero. Este es otro de los planes de Daniel para reunir energía, por lo que una vez más las Sailors se enfrentan a un devilster para volver todo a la normalidad.