Los detectives Walker y Pilgrim, junto con el resto de la División Powers, deben impedir que Wolfe escape de la prisión de alta seguridad que le retiene. A medida que Wolfe va sembrando el pánico y dejando cadáveres a su paso, a la División Powers no le queda otra alternativa que aferrarse a la única solución posible: una tecnología ultra secreta que les permitirá detenerle.