Percy encuentra su hogar en el campamento Mestizo, y descubre lo especiales que son sus orígenes.
Los fans de Rick Riordan estarán encantados de saber que Percy Jackson vuelve a la vida. Aunque la trilogía cinematográfica tuvo sus altibajos, siempre fue una adaptación popular entre las sagas literarias más queridas de la década de 2000. El primer volumen, El ladrón del rayo, establece la premisa de la historia de Percy Jackson: quién es, de dónde viene y qué clase de joven héroe es a sus tiernos 12 años. Ahora, Disney+ trae a nuestras pantallas una serie familiar que disecciona la mitología griega a partir de la misión de nuestro protagonista creada por Jonathan E. Steinberg (Black Sails, etc.), pero con Riordan como guionista y cocreador.
Según cuenta la historia, Percy Jackson ve cosas extrañas en la vida. Marginado en la escuela, sólo puede confiar en su madre y en su mejor amigo Grover. Pero cuando se entera de que en realidad es un semidiós, su vida da un vuelco. Sobre todo cuando se ve envuelto en el conflicto entre Zeus y sus hermanos… La temporada se estrena el 20 de diciembre en Disney+ y tiene ocho episodios.
La serie nos sumerge, desde el minuto uno, en un mundo de fantasía inimaginable junto a Percy y su madre. Eso sí: atrás quedaron Logan Lerman, Alexandra Daddario y Brandon T. Jackson, que se ven sustituidos en esta serie por rostros más jóvenes. Walker Scobell, al que vimos en El proyecto Adam junto a Ryan Reynolds, consigue destilar la inocencia de un nuevo héroe algo reticente que tan bien encaja con el personaje. Leah Sava Jeffries interpreta a Annabeth, a la que siempre se ha descrito como muy inteligente. Y, por último, Aryan Simhadri interpreta a Grover, el alivio cómico del trío protagonista. Parecen más jóvenes que sus homólogos en las películas, y lo son, aunque se nota que crecen durante el rodaje. Y eso es lo mejor, porque al mantener la edad de los personajes, nos reencontramos con la esencia y el corazón de los libros, con momentos sencillos pero conmovedores de adolescentes siendo adolescentes.