Naruto recibe la orden de mostrar a un niño rico mimado llamado Kunihisa, un día típico en la vida de un ninja. El niño tiene el hábito molesto de alardear continuamente de su riqueza para obtener lo que quiera. Los problemas surgen cuando unos secuestradores intentan secuestrar al niño para pedir un rescate, y Kunihisa, sin dinero, no puede convocar a sus guardaespaldas, a quienes los secuestradores han pagado. Naruto lo ayuda a escapar y le enseña que hay cosas más importantes en la vida que el dinero.