Nimueh fija en Merlín su objetivo y planea acabar con él aprovechando la celebración de la paz en Camelot con la visita del príncipe Bayard. Así, la hechicera prepara una bebida envenenada para el joven mago, que compartirá mesa con el Rey. Al probar el cáliz, Merlín cae enfermo. Según Caius, el único remedio para que se salve es encontrar la flor de una planta que crece únicamente en algunas peligrosas cuevas. Arturo se ofrece para ir a buscarlas, por lo que su padre se enfrenta con él, recordándole que Merlín es un siervo.