La ambición de Sandra supone una amenaza para Coco que le dice a Jean-Michel que solo la muerte de Sandra detendrá la guerra. Al saber que Andreani mató a Marie-Luce, Sandra pide perdón a Jean-Michel, renuncia a los negocios y pide a su hermano que le acompañe a misa el aniversario de la muerte de François. Frente a la capilla, Jean-Michel identifica a los asesinos enviados por Coco, abraza a su hermana y recibe las balas destinadas a ella.