Después de unas curiosas vacaciones en Hawaii, Don vuelve a la agencia poniendo en marcha una nueva campaña para un hotel a la vez que inicia amistad con unos vecinos a causa del infarto de su portero. La madre de Roger fallece y hace algunas reflexiones con su nuevo psicoanalista. Betty acepta en casa a Sandy, una amiga de Sally huérfana y violinista, con la cual se encariña.