Después de mucho trabajo, Lupin roba con éxito una pintura de la amada de Lupin el Primero. No está tan emocionado de descubrir que en realidad es falso. Fujiko entra en escena y explica que en realidad es una falsificación de Valtan. Valtan tiene al artista ya su hija Sofía cautivos en su palacio; lo obliga a punta de pistola a recrear sus propias pinturas. Lupin se dirige al palacio de Valtan para rescatar a un viejo amigo de su abuelo y tal vez quedarse con algunas pinturas para él.