La operación esta vez consiste en llevarse un cargamento completo de diamantes sudafricanos, pero, curiosamente, el Viejo está tranquilo y relajado. Deja que Lupin y compañía escapen, en un momento dado, tomando prisionero a Fujiko, pero mientras tenga la máquina de colapso de carreteras ideada por los recursos científicos de vanguardia combinados de ICPO, irradia confianza en todas y cada una de las direcciones que da. Esto sirve para darle un mal presentimiento a Lupin, pero bueno. Casi ha llegado el punto decisivo.