Se descubre un nuevo cadáver colgado de las muñecas en el recinto de la clínica Clinagen. La víctima lleva los mismos estigmas que la primera: una roseta en el estómago. Al parecer, las dos mujeres fueron torturadas según un ritual utilizado por los verdugos durante la Inquisición. Los investigadores descubren que las dos mujeres eran portadoras del mismo grupo sanguíneo, que perdieron mucha sangre y que seguían el mismo programa de revitalización. El director del laboratorio y Claude, la bruja, siguen intrigando a los dos investigadores, que intentan desentrañar el misterio de una brujería que parece aterrorizar a todo el mundo...