La Oficina central de lucha contra el tráfico de bienes culturales investiga el asesinato de un estudiante durante una fiesta organizada en los sótanos de una prestigiosa escuela de arte parisina. Florence Chassagne es contactada por el comandante Prado para ayudar a Antoine Verlay. Su colaboración no entusiasma al joven policía. Sin embargo, Florencia aporta una luz preciosa durante las primeras investigaciones. Cuando parece que el difunto había robado dos obras de Watteau, su teoría desbarata las certezas de Antonio. Paralelamente, aumentan las dificultades de Pierre Chassagne. Se dirige entonces a su hija, pero ésta tiene la intención de protegerse ahora que comienza a superar sus recurrentes dificultades psicológicas...