Con la vida de Helsinki en peligro, los ladrones organizan un contraataque encubierto. Años atrás, Berlín y su hijo realizan su primer atraco juntos.
Dos años después del fin de La casa de papel, Netflix se adelanta a los Reyes y nos obsequia, este 29 de diciembre, con el esperado estreno de Berlín, un spin-off que ya creó expectación (y expectativas) desde que se propuso cuando apenas había terminado la serie original. Y es que no podía ser de otra manera: el público se había quedado con ganas de saber más sobre Andrés Fenollosa, cuyo carácter cruel a la par que carismático y misterioso consiguió despertar la curiosidad de los espectadores.
Así pues, Álex Pina y Esther Martínez Lobato no se han hecho de rogar, y nos traen ocho episodios en que nos remontamos a los años dorados de Berlín, interpretado, por supuesto, por Pedro Alonso, que decide rodearse de un equipo de élite para dar un golpe extraordinario en París: hacer desaparecer 44 millones en joyas como si de un truco de magia se tratase.
Un robo imposible y una banda de personajes, cada uno de su madre y de su padre, liderados por un cabecilla excéntrico que parece tenerlo todo controlado al dedillo. Una premisa que parece calcada de La casa de papel, que también empezaba con el robo a la Casa de la Moneda bajo las órdenes del Profesor. Berlín también recupera de su predecesora una doble línea temporal, en la que vamos siendo testigos de los acontecimientos presentes y de flashbacks que nos permiten dilucidar cómo empezó todo. Y es que Berlín no se corta a la hora de hacer guiños a la serie original, incluyendo las incorporaciones de Najwa Nimri e Itziar Ituño para interpretar a las policías Alicia Sierra y Raquel Murillo, dos viejas conocidas de los fans de La casa de papel.